29 de Noviembre de 2023
El primer estudio de este tipo de la Campaña para Mentes Sanas, Niños Sanos insta a los líderes de Nueva York a comprometerse a realizar inversiones específicas para abordar la crisis de mano de obra que obliga a niños y familias a estar en listas de espera durante años para recibir ayudas de salud conductual que salvan vidas.
En Nueva York, nuestro sistema de salud no tiene la capacidad para tratar al creciente número de niños que necesitan desesperadamente apoyo en salud mental. En la actualidad, los niños tienen que ponerse muy enfermos para recibir ayuda, y esa ayuda se les presta con demasiada frecuencia en salas de urgencias y hospitales, en lugar de a través de los servicios continuos y de alta calidad que necesitan para mantenerse sanos. Proporcionar una atención de calidad a los niños -en particular a los que tienen necesidades complejas- requiere una estrecha colaboración entre padres y médicos, coordinadores de atención y trabajadores sociales, terapeutas y aseguradoras, y tantos otros. Pero Nueva York no ha invertido suficientes recursos en el sistema de salud conductual infantil para pagar el verdadero coste de atender a los niños o para proporcionar una atención de alta calidad a cada niño. Como resultado, los proveedores de todo el estado se enfrentan a una grave escasez de mano de obra, y las familias tienen que luchar para encontrar la atención que necesitan con urgencia. Nueva York se encuentra en una situación límite. Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de criar a otra generación de niños cuyas necesidades de salud mental insatisfechas se vuelven más profundas, más complejas y más difíciles de tratar a medida que se convierten en adultos.
La Campaña para Mentes Sanas, Niños Sanos está instando a los líderes de Nueva York a invertir 195 millones de dólares en el próximo presupuesto estatal para hacer frente a los graves problemas de las tasas de reembolso que han socavado la capacidad del sistema de salud para satisfacer las necesidades de salud mental de los niños en el estado. Sin esta inversión específica en servicios ambulatorios de salud conductual, el personal de salud conductual seguirá desapareciendo, la capacidad para atender a los niños seguirá disminuyendo y los niños de Nueva York permanecerán en listas de espera más largas o carecerán por completo de los servicios necesarios. La propuesta de la Campaña para Mentes Sanas, Niños Sanos se basa en un estudio pionero de los datos estatales sobre las tarifas del seguro de salud pública para los servicios ambulatorios de salud conductual y se ha desarrollado con las aportaciones de los proveedores de salud conductual infantil y las familias afectadas de todo el estado. Tras el estudio, HMHK identificó varias recomendaciones específicas que reforzarán el sistema de salud conductual infantil y abordarán la necesidad urgente de atención de alta calidad: